La vajilla está producida artesanalmente en dos talleres de Barcelona. Sus formas orgánicas y materiales naturales se inspiran en el paisaje mediterráneo, concretamente en las calas rocosas de la Serra de Tramuntana. El vidrio simboliza el mar, reflejando sus ondas y transparencias. Por otro lado, las piedras se han recogido- y escogido cuidadosamente según su color, tamaño y forma- del Port de Valldemossa. El resultado de la colección final recuerda al vaivén del mar envolviendo las piedras.

La familia se compone de dos platos y dos bols de vidrio soplado que complementan el servicio de mesa.

La fabricación del plato liso cuenta con varias fases: elección de un vidrio texturizado, transparente e incoloro, su posterior corte en planchas y pulido de bordes- realizado a mano con herramientas diamantadas-, y la final adhesión de las piedras partidas.

En el caso de los bols y el plato burbuja se ha usado un vidrio extra claro, también transparente e incoloro. El vidrio se sopla artesanalmente a caña en moldes de madera para dar con la primera forma. Después, se incide en la superficie con una llama de fuego que deforma el material, creando así los huecos donde encajar las piedras; siendo esta última la parte más delicada del proceso.